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El balanceo del sistema HVAC se define como una serie de ajustes que se realizan en los componentes del sistema de manera planificada e iterativa (metodología TAB – test/adjust/balancing) con el objetivo de optimizar su desempeño para cumplir de manera continua y eficaz con las especificaciones técnicas de operación dentro de los recintos y entornos controlados de una instalación usando la menor cantidad de energía. La dificultad de balancear un sistema de ventilación se origina en que la modificación en el ajuste de cualquier damper del sistema altera el caudal no solo en esa rama sino también en todas las otras ramas del sistema. La consecuencia de esto es que, por muy grande que sea la habilidad y la experiencia del operario que la ejecuta, muy rara vez es posible ajustar un damper para lograr los valores absolutos de flujo de aire que son correctos sin varias (quizás muy numerosas) correcciones posteriores. El procedimiento de realizar cambios sucesivos en un sistema (es decir, alteraciones en aperturas del damper) para producir las correcciones adecuadas en el caudal de aire puede compararse con el procedimiento aritmético del método de relajación iterativa de Southwell para resolver ecuaciones matemáticas. El problema de aplicar un método de este tipo al balanceo de la ventilación es que el resultado de cualquier corrección no puede validarse sin antes revisar todo el resto de inyectores nuevamente. Esto sucede porque el impacto de cualquier cambio solo puede determinarse mediante la medición, por lo que un proceso que requiere mucho tiempo y esfuerzo se vuelve mucho más lento y engorroso por la necesidad de medir continuamente el efecto de cada cambio. Este método de prueba y error quizás sea factible con personal de prueba altamente calificado y en instalaciones pequeñas (de menos de 10 salas) pero es una pérdida de tiempo colosal en instalaciones de alto numero de recintos incluso cuando se opera con habilidad. Afortunadamente hay una alternativa mejor;  este es un equilibrio proporcional sistemático en cada rama para que la relación de los flujos resultantes, posterior a los cambios efectuados sea la correcta. Con el fin de preservar esta relación a pesar de todas las alteraciones posteriores es necesario hacer que cada unión se equilibre en su orden correcto. El método de balanceo proporcional (proportional HVAC balancing method) o también conocido como el método del ratio, es el método preferido, el cual es más rápido y más eficiente en comparación con el método de balanceo paso a paso o secuencial que normalmente se utiliza. Sin conjeturas, ni arbitrariedad de prueba y error, el método de equilibrio proporcional es un método sistemático de equilibrio basado en las leyes físicas del flujo de fluidos con resultados predecibles. Cada salida solo se equilibra (ajusta) una vez a la salida con el %D más bajo (%D = Caudal medido / Caudal de diseño) y requiere un tiempo mínimo para equilibrar un sistema en comparación con el balanceo paso a paso (o método del tanteo). Este método es sobre todo recomendable para instalaciones con un alto numero de recintos y sistemas (>10) aunque puede perfectamente ser usado en instalaciones pequeñas. El método consiste en ajustar el sistema para proveer entre un 110% a 120% del caudal de diseño a toda la instalación que se balanceara, luego medir todas las terminales de la instalación (inyecciones de aire), registrando todos sus lecturas de caudal para posteriormente abrir completamente todos los dampers del sistema, estando los recintos con las condiciones normales de operación y con puertas cerradas. Los principios del equilibrio proporcional indican que todos estos dampers (del sistema de distribución) una vez estén completamente abiertos se comiencen a regular desde el valor de %D mas alto al mas bajo, debiendo quedar el inyector con menor %D completamente abierto (la salida con el %D más bajo). Si el sistema tiene conductos de ramificación, al menos un damper de ramificación (la ramificación con el %D más bajo) también permanecerá completamente abierta (escalabilidad a subsistemas de derivación). Este método ahorra infinidad de recursos y sobre todo tiempo. Para finalizar el balanceo, se ajustan y marcan todos los dampers en su posición de operación, se baja el rendimiento del sistema dejándolo entre un 100% a un 105% dependiendo del valor final medido del %D mas bajo (que debe estar cumpliendo el caudal de diseño) y por ultimo se toman las lecturas finales para finalizar los reportes (lo que usualmente hace el certificador). Cabe mencionar que estos pasos descritos se realizan en instalaciones con flujo constante, ya que en instalaciones con flujos de sistema variable (VAV), se deben considerar las condiciones de ventilación requeridas en el momento de mayor estrés para el sistema HVAC, como por ejemplo cuando existen sistemas que requieren condiciones especiales de ventilación (gabinetes de bioseguridad, inversión de diferenciales de presión, etc.), lo cual implicará definir todos los escenarios de ventilación existentes y establecer los perfiles de ventilación sobre los cuales identificar los de mayor exigencia para el sistema.

¿LBC realiza balanceo?, LBC si bien posee la experiencia y capacidad técnica para efectuarlo, no realiza dicho servicio debido a que somos la parte certificadora y por ende debemos resguardar nuestra imparcialidad como ente certificador, no obstante poseemos una área de capacitación en la cual estos conocimientos son adecuadamente puestos a disposición de nuestros clientes o bien suministramos a nuestros clientes contactos de empresas que lo efectúan.

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